lunes, 31 de mayo de 2010

FESTIVIDAD DEL CORPUS CHRISTI


Os recordamos que el jueves 3 de junio, a las 20,30, comienza el Triduo Sacramental en la Parroquia de Santa Victoria, al que estáis todos invitados.

Igualmente, el próximo domingo 6 de junio se celebrará (D.M) la tradicional procesión con su Divina Majestad por las calles de la feligresía. El itinerario sera el siguiente:

SALIDA Templo Parroquial (09:30h), Párroco Agustín Molina, Plaza de Bellavista,
Juan Latino, Batalla del Salado, Zona Verde, Abad de Rute, Santas Flora y María,
Párroco Agustín Molina, ENTRADA Templo Parroquial (11:30).

La Banda de Cornetas y Tambores de Nuestra Señora de la Salud acompañará al Santísimo por las calles del Barrio. Os esperamos en el día grande de nuestra Hermandad.

domingo, 30 de mayo de 2010

FORMACIÓN: COMENTARIOS AL EVANGELIO DE ESTE DOMINGO, FESTIVIDAD DE LA STMA. TRINIDAD

El Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Jn 16,12,15

Jesús, en el discurso de despedida, nos asegura: "Cuando llegue El, el Espíritu de la Verdad, os guiará a la verdad plena”. “La verdad plena” no os una teoría. “La verdad plena” es Jesús, en e1 que se nos revela el rostro de Dios que es amor y comunión y que el ser humano solo se realiza creciendo en el amor y en la comunión.

“Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora”... Lo que Jesús quiere decir a sus discípulos es que su mensaje tiene horizontes que ellos no pueden vislumbrar todavía. Realmente el mensaje de Jesús es una fuente inagotable para todos nosotros. Hay mucho terreno inexplorado en “la verdad plena”, que es Jesús y que sólo se irá descubriendo en la medida en que el Espíritu nos lo vaya revelando. El texto dice que el Espíritu no hablará de lo suyo, ciertamente, el Espíritu no habla al margen de Jesús, sino que hace presente a Jesús en nuestra vida y en nuestros corazones; tampoco nosotros tendríamos que hablar “de lo nuestro”, sino escuchar su voz, la voz del Espíritu que nos conduce siempre por el camino de la verdad y del amor.

Hoy celebramos la fiesta de la Trinidad, es la fiesta del Misterio de Dios, que es Amor y comunión.
¿Qué significa el misterio de la Trinidad que hoy celebramos? Que el Dios en quien creemos y que se nos ha revelado en Jesús, no es un Dios solitario, sino que es un Dios, que es comunión, que es amor, un amor que se da, que se relaciona y que unifica. El misterio que hoy celebramos es un misterio de amor y de comunión entre Personas que no se reservan absolutamente nada para sí mismas. Como ha escrito L. Boff: “al Dios que está por encima de nosotros y que es nuestro origen, lo llamamos Padre; al Dios que está con nosotros y se hace compañero de camino, lo llamamos Hijo; y al Dios que habita nuestro interior, como entusiasmo y creatividad, lo llamamos Espíritu Santo”.
Creer en el Misterio de la Trinidad, es creer que la comunión y el amor entre los seres humanos es posible. La comunión es el dinamismo que rompe nuestro aislamiento, vence nuestra tendencia al narcisismo y posibilita el verdadero encuentro entre las personas. Es la comunión la que hace posible todo crecimiento auténtico. Nos realizamos en comunión y en relación. Es creer que el se humano, creado a imagen de Dios, se realiza en la medida en que se relaciona, se libera cuando se abre y crece cuando ama.

En el fondo de toda ternura, en el interior de todo encuentro amistoso, en la solidaridad desinteresada, en el deseo último de la sexualidad humana, en la entraña de todo amor, siempre hay este anhelo de comunión; detrás de todo, está este misterio de amor y de comunión que es Dios y que hoy celebramos. Vivir y realizarse es, en definitiva, entrar en este misterio de Dios que es comunión y es amor y dejar que esa Vida circule entre nosotros, entre todos los seres humanos. Siempre que sentimos necesidad de amar y ser amados, siempre que buscamos acoger y ser acogidos, cuando disfrutamos de una amistad que nos hace crecer, cuando sabemos dar y recibir, estamos celebrando el Misterio de la Trinidad, inscrito en lo profundo de nuestro corazón.

En lo más profundo de nosotros mismos, estamos habitados por esta Presencia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, habitado por este Misterio de amor y de comunión. Hoy estamos invitados a tomar conciencia de que nunca estamos solos, hay una compañía, allí donde nos parece que estamos solos... Estamos habitados por el Misterio de una Presencia íntima, una Presencia que es Amor...

En esta Fiesta, de la Trinidad, tenemos que recordar que la crisis de nuestra civilización occidental y de nuestro mundo actual sólo tiene salida por el camino del Amor, de la comunión y de la solidaridad entre todos los seres humanos.

Esta es la gran voz del Espíritu que estamos invitados a escuchar hoy: el amor y la solidaridad entre todos los seres humanos es el único camino que puede curar la herida de la pobreza del mundo y todas las heridas de la humanidad. ¿Cómo no encontrar apoyo y aliento en esta certeza profunda?.Sólo en la certeza profunda de su Presencia en lo intimo de nosotros mismos podremos avanzar por camino de una verdadera humanización.

Nos volvemos a ese Misterio de Dios para decirle: Padre, siempre encontramos un abrazo profundo en Ti que nos sostiene; nos confiamos a Ti, Jesús, Hijo único del Padre, Resucitado, presente en toda vida. Que tu Espíritu, que es amor, nos dé fuerzas para seguir avanzado en el camino de la comunión, del amor y de la esperanza.

Benjamín García Soriano.

sábado, 22 de mayo de 2010

FORMACIÓN: COMENTARIO DEL EVANGELIO DEL DOMINGO DE PENTECOSTÉS

“Jesús exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo..”
(Jn. 20,19-23)

Jesús Resucitado “exhala su aliento” sobre sus discípulos... También, Él, Jesús Resucitado exhala hoy su aliento de Vida sobre cada uno/ a de nosotros y sobre todo ser humano. ¿Podemos abrirnos también nosotros a este Aliento de Vida? El Espíritu Santo es el aliento de Jesús... y aquellos hombres y mujeres atenazados por el miedo se llenaron de una Vida nueva, de una fuerza nueva. ¿Qué significa esto?

El Espíritu Santo es la Fuerza de la Vida de Dios en nosotros. El Espíritu Santo es la Fuerza de Jesús Resucitado; es una Fuerza vivificadora, una Fuerza para la vida. La Iglesia le proclama: "Señor y dador de vida". Nosotros, que nos sentimos llenos de debilidades, de miedos y rodeados de dificultades como los primeros discípulos/as, necesitamos recibir esta fortaleza del Espíritu, que nos impulsa a seguir adelante a pesar de todo. El Espíritu Santo es aliento de vida, soplo de vida, es viento que reúne y reconstruye, es agua que salta hasta la vida eterna, es fuego que arde y nunca se apaga.

La Fiesta de Pentecostés, que hoy celebramos, es una llamada a abrimos a esta fuerza del Espíritu en nosotros, en lo interior de nosotros. Necesitamos este impulso del Espíritu para que cure nuestras heridas y nos llene de energía. El transformó a los discípulos/as y les hizo abrir las puertas del Cenáculo que estaban “cerradas por miedo...” Su “aliento” vence todos nuestros miedos, nuestros decaimientos, nuestros pesimismos y nos ayuda a superar nuestras dificultades. Su amor supera todos los egoísmos, todas las barreras, todas las resistencias, todas las divisiones, porque El es la fuerza del Amor y de la Vida. La puerta que no sea capaz de abrir el amor no la abrirá nunca nada ni nadie. Todo es obstáculo cuando no hay amor, mientras que todo es posible cuando uno se siente amado/a. Hoy, es para abrir nuestras puertas a este Amor que es el Espíritu de Dios.

El Espíritu Santo es el “dulce Huésped del alma”. La Iglesia llama al Espíritu: “Dulce Huésped del alma". Realmente, el Espíritu viene a nosotros como “Huésped”, pero no de unos días, sino Huésped permanente. Él habita lo más profundo de nosotros mismos. Él viene a romper nuestra soledad. Viene a ser una compañía allí donde cada uno /a está solo/a. Viene a encender un fuego en la oscuridad de nuestro corazón. El abre en nosotros la Fuente del “agua viva”. Ahí, en lo más profundo de nosotros mismos, percibiremos su Presencia y le podremos decir: "Ven, Dulce Huésped del alma...”

El Espíritu Santo es Amor: Un amor que nos rodea y nos sostiene siempre... Nosotros le podemos olvidar o no ser conscientes, pero Él no nos olvida jamás porque nos ama siempre, a cada instante, nos ofrece su amor. Que podamos decirle: Ven Espíritu de fortaleza, para que venzamos nuestros miedos y debilidades, nuestras depresiones y nuestras ataduras; todo aquello que nos impide vivir plenamente.

En la 1ª lectura de los Hechos se dice: “¿cómo es que cada uno los oye hablar en nuestra lengua nativa... Entre nosotros hay “partos, medos y elamitas, gente de Mesopotamia, Judea, Capadocia, Asia, forasteros de Roma..” Es que el Amor es la “lengua” que todo el mundo entiende.

Ven, Espíritu Santo, ven a derribar los muros que nos separan, enséñanos a hablar la lengua del amor.

¿En quién nos apoyaremos para vivir de esta manera? ¿Quién sostendrá nuestra esperanza? ¿Quién fortalecerá en nuestra fragilidad humana? ¿Quién llenará nuestro corazón vacío que reclama una plenitud? El Espíritu de Jesús Resucitado que es Amor.

Hoy, tenemos muy presente a nuestro mundo, marcado por la pobreza, la violencia, la injusticia y el desamor. Deseamos que el amor del Espíritu llegue a todos los rincones de la Tierra.

Ven Espíritu de Dios, ven a renovar la faz de la tierra. Ven donde hay injusticia y violencia. Ven donde domina la droga y las armas. Ven también entre los ricos que viven sólo para sí mismos. Ven y renueva el mundo de hoy. Ven Espíritu Santo, sin Ti, nuestra lucha por la vida termina sembrando muerte, nuestros esfuerzos por encontrar felicidad acaban en egoísmo amargo e insatisfecho.
Ven Espíritu Santo. Sin Ti, nuestro «progreso» no nos conduce hacia una vida más digna, noble y gozosa. Ven Espíritu Santo, enséñanos a entendernos aunque hablemos lenguas diferentes. Sin tu Amor en nuestro interior, seguiremos la escalada de la violencia absurda y sin salida. Ven a alegrar nuestro mundo tan sombrío. Ábrenos á un futuro más fraterno, justo y solidario. “Entra hasta el fondo del alma, mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro. Mira el poder del pecado cuando Tú no envías tu aliento”.
Ven también a nuestro corazón y renueva nuestra vida. Concédenos avanzar por los caminos de la justicia y de la paz. Espíritu Santo, Luz de Dios, disipa las tinieblas de nuestras dudas. Fuego de Dios, derrite el hielo de nuestra indiferencia. Torrente de Dios, fecunda los desiertos de nuestra vida y renuévanos por dentro. Tú que eres Luz y eres Amor, ven a renovar la faz de la Tierra.

Benjamín García Soriano
23 de mayo de 2010

miércoles, 19 de mayo de 2010

BESAMANOS DE NUESTRA SEÑORA DE LA SALUD.


El próximo martes 25 de Mayo, festividad cordobesa de Nuestra Señora de la Salud, se celebrará devoto Besamanos para hermanos y fieles en general de Nuestra co-titular mariana.
Dicho besamanos tendrá un horario de 09:00 a 13:00 y de 17:00 a 21:00 horas.
A las 20:30 horas, se celebrará la Misa Solemne en honor a Nuestra Señora de la Salud.

LOS COLORES DE NUESTRA PASION


miércoles, 12 de mayo de 2010

CONVIVENCIA ESTACIÓN DE PENITENCIA

El próximo sábado se celebrará la tradicional convivencia
tras la Estación de Penitencia. El lugar será el patio del
colegio de la parroquia y comenzará a partir de las 19.30h.
Os esperamos a todos.