jueves, 22 de abril de 2010

DEVOLUCIÓN DE TÚNICAS

Se comunica que se pueden devolver las túnicas que están en régimen de alquiler del 26 al 29 de abril en horario de 19,30 a 21,30, en la casa de Hermandad.
Por favor, devolvedlas limpias y planchadas. Muchas gracias por vuestra colaboración.
Si tenéis algún problema podéis llamar a José Antonio al 678106947.

DONACIÓN DE SANGRE EL LUNES 26 DE ABRIL


Queridos/as hermanos/as, os recordamos que el próximo lunes 26 de abril a partir de las 18 horas, en los salones parroquiales, el equipo móvil del Centro Regional de Transfusión Sanguínea nos espera para uno de los actos más bellos de solidaridad que podamos tener hacia nuestros semejantes: la donación de sangre.
Si tienes una edad comprendida entre los 18 y 65 años, pesas más de 50 kg y gozas de buena salud, te esperamos. Gracias por vuestra generosidad.

FORMACIÓN: COMENTARIOS AL EVANGELIO DEL 4º DOMINGO DE PASCUA

CUARTO DOMINGO DE PASCUA. CICLO C.

"Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen". (Jn. 10,17-30)

El Evangelio de este Domingo está dominado por la figura del pastor. Jesús se presenta como el verdadero, único Pastor. Nos reconfortan mucho escuchar sus palabras: “Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen”.

El primer reto que tenemos los cristianos es reconocer su voz entre tantas otras voces que nos llegan y que nos bombardean a diario informándonos y llenándonos de palabras... Necesitamos escuchar su voz... Recibimos y observamos imágenes, palabras, anuncios y todo cuanto nos quieran ofrecer, que alimentan nuestra superficialidad, nuestra evasión, nuestra frustración...

Hoy, más que nunca, el ser humano necesita urgentemente recuperar de nuevo la capacidad de escucha interior si no quiere ver su vida ahogarse progresivamente en la superficialidad. Nuestra sociedad está enferma de la cultura de la superficialidad. La civilización de la abundancia nos ofrece medios de vida, pero no motivos para vivir... Ciertamente, nuestro mundo necesita hoy savia nueva para vivir. Las Iglesias andan buscando aliento y esperanza. Las muchedumbres pobres del planeta reclaman justicia y solidaridad. Nuestra sociedad occidental ya no sabe cómo salir de la tristeza mal disimulada que ningún bienestar logra tapar.

Sí, hoy, necesitamos “escuchar su voz”, la voz de Jesús y distinguirla de las otras voces que gritan en nosotros, (las voces de nuestros sentimientos negativos, de nuestras necesidades sensibles, de nuestras ambiciones de poder, la voz de la cultura dominante, de nuestras frustraciones...). ¿Somos capaces de diferenciar estas “voces” en nosotros y seguir la voz de Aquel que nos libera de verdad? Esa voz se manifiesta en nosotros como una llamada interior, como una invitación suave, como una luz que nace dentro de nosotros... Escuchar su voz implica secundar esas llamadas interiores y tomar conciencia de nuestra pertenencia a El. Cada uno de nosotros podemos escuchar su voz sin confundirla con otras voces que nos quitan la luz y la esperanza. Tal vez podemos preguntarnos ¿Escucho la voz del Señor? ¿La conozco? ¿Cómo le sigo?

"Yo conozco a mis ovejas": el Pastor se autodefine como el que «conoce» a las ovejas. No genéricamente, sino personalmente, una a una. “Conocer” en el leguaje bíblico, significa establecer una relación de amor con una persona. El conocimiento en este sentido expresa una intimidad de amor. El conocer indica la relación de amor entre Jesús y los suyos. Esta relación de conocimiento-amor es tan profunda, que Jesús la compara a la que existe entre Él y el Padre. El verbo conocer tiene un sentido muy fuerte; Jesús, conoce, es decir, ama, a cada una de sus ovejas y vela por ellas. Jesús nos ama como únicos, su amor está siempre presente en nuestra vida.

Todos tenemos experiencia de que la forma como somos vistos por los demás nos afecta. A veces, nos sentimos no vistos en lo que somos... Jesús penetra con su mirada nuestro corazón. El nos mira en lo profundo de nosotros mismos. Eso quiere decir que nos conoce; es decir, que nos ama como nadie nos puede amar. El que ama a alguien se empeña en afirmar lo valioso que es para él o para ella; la persona que se siente amada comienza a valorarse a sí misma. Podemos decir que el amar es estar empeñado en que el otro exista.
Así es también en el amor que Jesús nos tiene. Cuando nos abrimos a la experiencia de ese amor, la vida se despierta en nosotros. El amor no sólo nos garantiza la felicidad, sino que nos hace vivir plenamente. ¿No es esa también nuestra experiencia?

"Y ellas me siguen”.. La fe consiste en seguir a Jesús por amor, viviendo como Él vivió. Seguirle es acoger y cuidar gozosamente todo lo que da vida, teniendo en cuenta “los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo”. Seguir a Jesús es hacerse cargo de la realidad de nuestro mundo; asumir también la responsabilidad de favorecer también un mundo más justo y más solidario, aportando nuestra parte.

Y fruto de este conocimiento-amor, Jesús dice: "Y Yo les doy la vida eterna". Es decir, el don de Jesús a los que le siguen es la vida definitiva, la vida que no termina nunca, pues la calidad de vida que Él comunica supera la muerte: los cristianos apoyados en el Resucitado, creemos que la vida no termina con la muerte. La vida es mucho más que esta vida que conocemos ahora. Sin duda, esta postura puede ser rechazada y hasta ridiculizada en nuestra sociedad. Pero la vida sigue ahí con todo su misterio. Cada uno tendrá que preguntarse dónde ha descubierto una luz más luminosa, un camino más estimulante y una esperanza más bella para enfrentarse a la vida cada día.

Y "nadie las arrebatará de mis manos", Jesús es el Pastor que defiende a los suyos hasta dar la vida, siguiendo a este Pastor, podemos estar seguros. Ni siquiera la muerte logrará romper esta unión, logrará «separar». Porque la vida que el Pastor da a sus ovejas es la vida definitiva.

Que nos dejemos penetrar por estas palabras del Señor Resucitado. Quizá no siempre nos creemos que estamos en buenas manos. Jesús nos asegura que nadie podrá “arrebatarnos de sus manos”. Este es el seguro del amor más grande. Ya nada ni nadie nos puede separar de su amor. No tenemos nada que temer.

Que hoy podamos renovar nuestra confianza en Él como nuestro único Pastor, diciéndole: Tú, Jesús Resucitado, Buen Pastor, cuidas nuestra vidas. Siempre te podemos encontrar en todos los caminos del mundo. Hoy podemos repetirte las palabras de la liturgia del Salmo de hoy : “Tú, Señor, eres mi Pastor, nada me falta, aunque pase por valles de tinieblas no tengo miedo, porque Tú vas conmigo...” (Salmo 23).

Benjamín García Soriano

domingo, 11 de abril de 2010

FORMACIÓN: COMENTARIOS LECTURA 2º DOMINGO DE PASCUA

2 DOMINGO DE PASCUA. CICLO C


“Paz a vosotros” (Jn. 20, 19-31).
Estas palabras de Jesús Resucitado a los primeros discípulos son para todos nosotros hoy. Que en estos días de pascua podamos permanecer en la paz del Resucitado
.
“Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa con las puertas cerradas, por miedo”.
Lo primero que se pone de relieve, es la situación de la primera comunidad después de la muerte de Jesús: “con las puertas cerradas por miedo”.. Esta expresión manifiesta el miedo y la inseguridad en que vivían los discípulos, porque no tenían la experiencia de Jesús Resucitado. Se encuentran encerrados por miedo.

“Al anochecer de aquel día”. La oscuridad y el miedo envolvían a aquellos que habían creído y habían seguido a Jesús. ¡Qué desilusión! Les quedaba la tristeza y el miedo a las autoridades judías. Ese miedo fue lo que hizo cerrar todas las puertas, “atrancar las puertas”... El miedo nos cierra a la Vida, a Cristo que es la Vida ofrecida siempre. El miedo es el mayor enemigo de la vida. El miedo nos paraliza y nos impide amar. En el fondo de todas nuestras dificultades personales y relacionales está el miedo. ¿Por qué tanto miedo? ¿Por qué permanecemos s “con las puertas cerradas”...?

“Y en esto entró Jesús y se puso en medio”... Entró Jesús y la noche se convirtió en día, entró Jesús y los liberó del miedo y de la angustia. Ante su Presencia los acobardados se llenan de audacia; los tristes se llenan de alegría; los desencantados recuperan la esperanza... También dice que Jesús se puso “en medio”, es decir, en el centro de la Comunidad. Toda comunidad se hace en referencia a Jesús. Que sólo El ocupe el centro de nuestras comunidades. Que sólo el sea la Fuente de nuestra vida, de nuestra alegría y de nuestra paz.

“Jesús les dijo: Paz a vosotros”. Es como si les dijera: dejad vuestros miedos, dejad de dar vueltas a vuestras frustraciones, dejad el negativismo, dejad ya vuestras tristezas… “Paz a vosotros”… Paz es poder sentirse reconciliado con uno mismo, con Dios y con todos. Paz es escuchar interiormente: “Tú eres amado”. Si algo necesitamos hoy, si algo necesita nuestro mundo, nuestra sociedad y cada uno de nosotros, es la paz. Necesitamos la paz, vivir pacificados interiormente, curados en profundidad, y sólo Jesús Resucitado; sólo la certeza de su Presencia puede llevarnos a la paz. Sí, El es el camino que nos lleva a la paz, a una paz profunda. ¿Cómo vamos a acoger su saludo de “Paz a vosotros”, si vivimos descalificándonos unos a otros?

”Paz a vosotros” Que quiere decir: a partir de ahora permanecer en la paz… en cualquier situación, en cualquier circunstancia, aunque sea difícil, permanecer en la paz. Nada podrá destruir mi amor por vosotros. ¿Qué ha sido de esa paz que El nos dejó? ¿Por que vivimos llenos de miedos y obsesionados con nuestros problemas?

“Y les enseñó las manos y el costado”. “Las manos” de Jesús son las manos que nos dan seguridad. Las manos representan su actividad liberadora, son los signos de la fuerza sanadora de Jesús... “El costado”... Sí, les enseñó también el costado que es el símbolo de su amor sin límites.
“Ellos se llenaron de alegría al ver al Señor”.El encuentro con el Resucitado es una experiencia de alegría ¿Que nos queda de esa alegría? ¿Quién, sino El, el Resucitado, puede llenar nuestro corazón de alegría ?

Y Jesús repitió de nuevo: “Paz a vosotros”...Este segundo saludo de paz, es para darles seguridad en la misión. Paz en medio de las dificultades que van a encontrar en su tarea de misión.

“Como el Padre me ha enviado, así os envío yo”.Y ahora viene el gesto impresionante: “Exhaló su aliento sobre ellos... Recibid el Espíritu Santo”. Es la fuerza de la Vida, el signo de la nueva creación y el envío a anunciar esta Vida, el perdón y la Paz para el mundo.

Por último, el caso de Tomás. Era aun caso difícil... Dice el texto que “no estaba con ellos cuando llegó Jesús”. Tomás estaba más frustrado que ninguno y se había separado de la Comunidad. Había puesto en marcha un mecanismo de huida, de evasión ante la frustración. Se había encerrado en un funcionamiento cerebral: “Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto mi mano en su costado, no lo creo”. Y la vida, la belleza, el amor, no podemos percibirla con la cabeza, sino desde el interior. Por eso, Jesús usa con él, una terapia de choque diciéndole: “Aquí tienes mis manos... y trae tu mano y métela en mi costado”.

Y allí superó Tomás todas sus dudas, todas sus actitudes pragmáticas y racionalistas. Por eso, cae de rodillas balbuciendo: “Señor mío y Dios mío”. Tomás da el paso definitivo a la confianza, se abandona y se rinde. Tomás, abierto de par en par a Aquel que es la Vida, adora a Jesús y le dice: “Señor mío y Dios mío”. Sólo la dulce presencia del Resucitado nos puede hacer superar su falta de fe y de esperanza. Postrado ante El se convierte en el gran creyente pronunciando la mejor expresión de nuestra fe que aparece en el Evangelio: “Señor mío y Dios mío”.

Tomás es uno como nosotros, que no se fía, que tiene resistencias, tal vez, siente rechazo y tarda en rendirse al Misterio de Dios. Llega el último pero Jesús le espera pacientemente. Jesús Resucitado acoge también a los que se atascan y avanzan con dificultad o incluso a los que se hunden en el terreno pantanoso de la duda y del sinsentido.

Hoy necesitamos descubrir la Presencia del Resucitado en nuestras comunidades y en todos aquellos marcados por el sufrimiento y la marginación.

En este día nuestra oración podía ser, la misma de Tomás, arrodillándonos interiormente, decirle a Jesús Resucitado: “Señor mío y Dios mío”. Tú, Señor Resucitado, eres más fuerte que nuestras resistencias. Te haces presente en medio de nosotros: nos das tu Paz, llenas nuestro corazón de alegría y nos comunicas el aliento de tu Vida.

Benjamín García Soriano
11 de Abril del 2010

miércoles, 7 de abril de 2010

EUCARISTÍA DE CUADRILLAS


El pasado sábado 27 de marzo se celebró en la Parroquia una Eucaristía de Cuadrillas para celebrar el 15º aniversario de la primera Estación de Penitencia bajo una misma trabajadera de las cuadrillas de María Santísima Nazarena y el Señor de la Agonía.
Al final del acto se intercambiaron unos obsequios, siendo recogidos por nuestro vocal de costaleros, Pedro y el costalero de la Nazarena que firmó el hermanamiento con nuestra Hermandad, Cristóbal.
Tras el emotivo acto, se ofreció un refrigerio al que acudieron el nutrido grupo de hermanos de ambas Hermandades que acudieron al evento.

viernes, 2 de abril de 2010

TRIDUO PASCUAL

Tras el espléndido Martes Santo que vivimos, comenzó ayer el Triduo Pascual. La Hermandad ha colaborado en la ornamentación del Sagrario y ha participado activamente en los turnos de vela establecidos. Os recordamos que los Oficios comienzan a las 17 horas y que mañana Sábado Santo, la Vigilia será a las 22 horas.